lunes, 11 de abril de 2011

Anda




(O cebreiro, Galicia, 1998)

Solo visualiza la pancarta que a lo lejos reza “META”.
Arrasa, sin darse cuenta, a quien sea porque quiere conseguir lo que se ha propuesto.
No atiende a razones, no escucha lo fuerte de sus pisadas, no le importan las piedras del sendero que ha tomado.

A veces ve que viaja sola, o no sabe si alguien ocupa el asiento más próximo.
Llegar solo significa emprender otros caminos en los que su obsesión por volver a tocar la pared le hacen daño. No sabe diferenciar si se ha topado con Caperucita, o con el lobo.

“Si quieres ir rápido, ve solo. Si quieres ir lejos, ve acompañado”, pero ella llevaba tanto tiempo sin depender de lo que nadie quisiera o pensase, que le costaba aunar su paso al de una manada.

Todo el mundo le dice que no se pierda, pero a ella le resulta divertido hacerlo entre sus sueños, entre sus ganas, en los recovecos de su cabecita, en un fuerte abrazo, en una traducción imposible, en un guiño acompañado de sonrisas, en problemas a los que dar solución, bailando y cantando, o nadando en aguas profunfas sin tocar el fondo…

Intentó caminar de verdad. Saludaba diciendo “buen camino” a quien se encontraba, se obligaba a respirar fuerte para no desbocarse cuando veía a lo lejos un nuevo hito, y se paraba a sentir la brisa en la cara, se deleitaba con el paisaje que dejaba atrás, casi olvidándose de que lo que la esperaba era la cima. Prestó atención también, como antes no hacía, a la existencia de sus compañeros de viaje. Y disfrutó como nunca.

Todavía tiene mucho que aprender, tropezará cientos de veces más, tomará los caminos que menos le convengan, correrá por ellos, se llevará algún bocado más del lobo, y seguirá llenando su cuerpo de cicatrices y cardenales. Pero cuando llegue a su meta, habrá saboreado bien los momentos dulces, y se habrá curtido con los amargos.

Cuando viajes en pos de un objetivo, presta atención al Camino. El Camino es el que nos enseña la mejor forma de llegar y nos enriquece mientras lo estamos cruzando. Diario de un mago (El peregrino de Compostela).

No hay comentarios:

Publicar un comentario